HOMENAJE A ANTONIO ESTEBAN AGUERO
Se realizó el pasado 29
de septiembre de 2017 en la Biblioteca Rivadavia un homenaje especial al máximo
poeta sanluiseño “Antonio Esteban Agüero” el mismo estuvo a cargo de la Junta
de Estudios Históricos de Villa Mercedes, en esta oportunidad hicieron uso de
la palabra: Stella Maris Curti, Titi Otazu y Héctor Pablo Ossola, quienes
reflejaron a través de la biografía, los versos y la poesía, el trabajo de el
poeta al cumplirse el centenario de su nacimiento.
Hablando sobre Antonio
Esteban Agüero, Héctor Pablo Ossola manifestó:
Una vez, esa amiga que
habla en poesía, que escribe en poesía y vive con absoluta autenticidad en
poesía, María Roxana, que descubrí en una cooperativa de escritores, me dijo que
La vida es Poesía, es sentimiento plasmado en letras
Es preciso conectarnos
con nosotros mismos, comprender que somos seres sensibles, que sentir no es una
debilidad, es fortaleza. La vida es poesía, es sentimiento plasmado en letras,
el día a día expresado en versos, el corazón mostrándose al mundo. Estrofas que
nos dan un recorrido por el alma, eso que somos y que muchas veces olvidamos.
Quiero sincerarme con ustedes y
confesarles que en los años ’60, cuando trabajaba como secretario de redacción
en el diario IMPULSO de esta ciudad, la directora del matutino, la señora Rita
Barusccotti, me llamó a su oficina para presentarme a su amigo, el señor
Antonio Esteban Agüero.
Nos conocimos con el poeta en ese
lugar incómodo y estrecho de la directora de un diario que jamás le importó
cómo se sentían sus visitantes en ese recinto donde el escritorio y el olor a
tinta de imprenta, trasminaba los muebles, los papeles y a las personas.
El Toño, como lo llamaba la
propietaria de IMPULSO al poeta, me contó que había visto la luz maravillosa
del cielo del Comechingones en Piedra Blanca el 7 de febrero de 1917. Cursó los
estudios primarios en la Escuela Nacional de Merlo, población que sería su
residencia y los concluyó en Villa Mercedes. Finalmente se radicó en la capital
puntana en 1932 donde cursó el magisterio en la Escuela Normal Juan Pascual
Pringles.
Coincidió su llegada a San Luis de la
Punta de los Venados, con la fundación del Ateneo de la Juventud. Esta entidad
publicaría la revista cultural Ideas en junio del 32. En el número 7 de esa
revista se publicó un trabajo de Agüero bajo el título de La Despedida. El
poeta me contó que firmó el trabajo como colaborador, pero ocupaba en forma
compartida la secretaría de redacción.
En 1933, cuando
apareció el número 12 de la revista, otro trabajo, en prosa, de Agüero fue
publicado, mereciendo ser destacado por el Director de la Revista, como un
escritor inteligente a pesar de sus escasos 15 años.
Agüero vivía en Merlo
cuando publicó sus Poemas Lugareños y en 1938 entregó a la prensa su Romancero
Aldeano. Después, el 29 de diciembre de 1939, se publicaron Pastorales, en la
ciudad de Buenos Aires. Hubo que esperar 7 años para la aparición de su obra
Romancero de Niños en los diarios La Nación y La Prensa, donde Agüero
colaboraba con frecuencia.
No podemos pasar por
alto la distinción de la Comisión Nacional de Cultura, que le entregó el Primer
Premio Regional de poesía y literatura, convirtiendo a Agüero en el primer
poeta nacido en San Luis que se hacía merecedor de ese galardón.
No pasó mucho tiempo
para que Córdoba lo premiara por la poesía Retrato de una Dama, que formaba
parte de Cuadernos de Amor, un libro que nunca llegó a terminar. En los años
1949 y 1950, la Comisión Nacional de Cultura le favoreció con una beca que le
permitió estudiar la vida y obra de Leopoldo Lugones.
En 1953 emergió el
quinto de sus libros, La Cantata del Árbol, logrando por segunda vez el premio
de poesía y literatura regional otorgado por la Comisión Nacional de Cultura.
Recién después escribió en prosa La Educación de un Poeta, obra de corte
autobiográfico.
Y este resumen de vida, sería
incompleto si omitiera mencionar que Agüero sintió el llamado de la política.
Bien puede asegurarse que sus versos eran una herramienta poderosa para la
defensa de su gente. Por eso en 1952 y 1953 fue encarcelado por la defensa
fervorosa que hacía de sus ideas, y en este punto debo aclarar que Antonio
Esteban Agüero mantenía una amistad con quien fuera presidente de esta casa, la
Biblioteca e Instituto de Cultura Popular Bernardino Rivadavia, el Dr. Julio
Alberto Domeniconi, profesional de esta ciudad, también vicepresidente de
la Junta de Estudios Históricos de Villa Mercedes, acompañando a don Edmundo
Tello Cornejo.
En 1958 asume como presidente de la
Nación el Dr. Arturo Frondizi y como gobernador de la provincia de San Luis, el
Dr. Alberto Domeniconi, quien convoca a Agüero a formar parte de su gobierno en
el cargo de Ministro de Gobierno de la Provincia de San Luis. Y como fruto de
su auténtico amor por la manifestación artística, el poeta promueve la creación
de la Escuela Provincial de Bellas Artes.
En Villa Mercedes, esta
escuela, con nivel terciario, me tuvo como Director en los años ’90, cuando
ostentaba el nombre de Escuela de Bellas Artes Antonio Esteban Agüero.
Lo cierto es que retirado de la vida
política, el poeta volvió a refugiarse en sus versos. Aparecieron los “digos”,
productos del contacto con la gente de San Luis. Digo el Llamado, Digo la
mazamorra, Digo la tonada. Todos publicados en un tomo bajo el nombre de Un
hombre dice su pequeño país. Publicado en el año 1972, habiendo pasado dos años
de su muerte.
Un ejemplar llegó a mis manos para
ser donado a la Biblioteca del Instituto San Buenaventura, por el Dr. Víctor
Marcial Barroso, quien se desempeñaba como docente del establecimiento
educacional franciscano.
El 17 de junio de 1970, en Merlo, el
poeta enfermó gravemente. Lo trasladaron en avión a San Luis, pero al otro día,
a las 14.06 se apagó su vida, Tenía 53 años. En la Universidad Nacional de San
Luis, se le otorgó el título de Dr. Honoris Causa Post Morten.
Hector Ossola
Stella Maris Curti
Stella Maris Curti
Stella Maris Curti
Titi Otazu
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